El hoy celebre Hotel Washington, situado frente al impresionante panorama marino del Mar Caribe y a orillas de la Bahía de Limón en la legendaria Isla de Manzanillo, ha remozado su

majestuosa magnificencia arquitectónica, inspirada en los estilos de la época colonial española, gracias al espíritu emprendedor y optimista de la Empresa Hotelera FLAMINGO, S.A., la cual cuenta entre sus unidades ejecutivas con un recurso humano de vasta experiencia en el campo hotelero.
Hotelera FLAMINGO, S.A., marca así el inicio al retorno de una época dorada en la actividad turística colonense, pero antes de seguir adelante con la espléndida modernización del Hotel Washington vamos a hacer una pausa para describirles brevemente el interesante recorrido histórico, desde el año de 1870, cuando fue construida la CASA WASHINGTON, por los Directores de la Compañía Del Ferrocarril de Panamá.
La Casa Washington, edificio de madera de dos pisos fue el inmueble que años más tarde se habría de transformar en el famoso y legendario Hotel Washington de Colón. Ubicado en el mismo sector donde hoy se levanta el hotel; La Casa Washington no se diferenciaba mucho de otras similares con fines de alojamiento y que llevaban nombres de presidente como La Casa McKinley, La Casa Garfield, las cuales sirvieron posteriormente como hospedaje de mujeres solteras.
La Casa Washington sirvió en sus comienzos como centro de hospedaje de comidas y actividades sociales y como oficina principal o jefatura donde los oficiales de la Compañía del Ferrocarril de Panamá se reunían para saborear sus meriendas con el jefe a la cabeza en un ambiente de cálido sentimiento familiar.

Una librería de lectura selecta, un cuarto de lectura, con billares anexos constituían campos de esparcimiento para los empleados del ferrocarril.

En sus primeros días creció considerablemente en tamaño ya que en 1905 un tercer piso le fue agregado al Washington y en 1908 fue adquirido por la Comisión del Canal Istmico y en 1910 comodidades para dormitorios fueron abiertos al público. Al año siguiente la planta baja de la Casa Bernington contigua al Washington, se convirtió en hospedaje de invitados en tránsito.